Muraille gallo-romaine

En el siglo III, los romanos construyeron una gruesa muralla de 800 metros de largo para protegerse de las invasiones alamanas y francas. Augustomagus se retiró entonces a un castrum de 6 hectáreas para garantizar la seguridad de la administración y de sus habitantes: los sulbanectes. Construida según la técnica romana de alternancia de piedra y ladrillo para garantizar la solidez, la muralla de Senlis es una de las pocas construcciones de este tipo que se han conservado casi íntegramente en Francia. Todavía se pueden admirar 16 de las 30 torres originales. Una parte de la muralla está oculta en una propiedad privada. No se pierda los mejores miradores de la muralla: - En el Jardin du Roy con sus torres de piedra y ladrillo, - En el Parc du Château Royal donde la muralla marca el límite de su recinto, - Rue de la Treille con la "Fausse Porte", una abertura en la muralla, - El Jardin de l'évêché, rue aux Flageards donde fue parcialmente destruida para dar paso a la catedral y donde la parte existente se ha convertido en una sala para albergar las obras del Musée d'Art et d'Archéologie - Cuando pase por la plaza Vernet, mantenga los ojos bien abiertos para no perderse la estatua de un hombrecillo en la muralla - Rue de Villevert, donde la muralla fue demolida para dejar paso a carros, caballos y ahora coches. La base de la muralla está sostenida por materiales reutilizados (columnas, estatuas, etc.). En el Museo de Arte y Arqueología se pueden ver in situ estos cimientos, que revelan elementos excepcionales procedentes de monumentos destruidos, montados en seco hasta una altura de 3 o 4 hiladas.

• Visita guiada: no
• Visita autoguiada: sí